miércoles, 28 de enero de 2009

NO SALGAS DE CASA SIN ELLA


Tras una larga odisea durante toda la mañana del lunes, por fin tenemos lo más importante, ¡los billetes de avión a San Francisco! Finalmente nos decidimos por el vuelo que comentábamos en el último Post. Salida de Madrid el 3 de abril a las 11,30 y llegada a San Francisco a las 19,30 con escala en Atlanta. La vuelta a casa será el sábado 18 de abril con salida de San Francisco a las 9,30 y llegada a Madrid con escala en Nueva York el domingo a las 9,30 de la mañana.


Una compra un tanto accidentada...


Tras unos primeros momentos de nervios a las 8 de la mañana con Judith, ya que los billetes parecía que habían subido a más de 700 euros, conseguimos encontrar los pasajes que habíamos visto el día de antes por 507 euros. De entre las miles de teorías conspiratorias que hay en mi cabeza, como que Estados Unidos intentó boicotear los juegos olímpicos de Pekín con los escándalos del Tibet para dañar la emergente economía china, se encuentra la de la subida de los precios de las plazas de avión. Tengo la sensación que el precio de los billetes no sólo aumenta por el número de plazas que queden disponibles, sino también por el número de consultas que la gente hace sobre determinados vuelos. No sería de extrañar, al fin y al cabo, el número de peticiones a una base de datos, también implica el grado de interés que despierta un determinado vuelo, ¿no?

En fin, volvamos al tema que nos ocupa. Los billetes los compramos a través de la propia página de DELTA, pero no fue precisamente fácil. En un primer momento las chicas hicieron a mi cuenta una transferencia de 525 euros cada una para comprar todo con mi VISA Electron... Lo hemos hecho así ya que ya tuvimos una experiencia no muy agradable comprando cada uno por separado unos billetes Madrid-Milán a través de la página de Vueling. Aunque la diferencia de compra entre un billete y otro fue de escasos segundos (teníamos varios ordenadores conectados a Internet), el primer billete nos salió por 70 euros ida y vuelta y el último por cien. Acabamos pagando todos los billetes entre todos ya que la diferencia de 30 euros entre unos y otros no nos parecía justa a quienes lo habíamos conseguido más barato. Esta vez hemos decidido comprar todos desde la misma tarjeta y con una única operación.

Tras aumentar el límite de mi disponible en el banco a 3000 euros (importante si queremos hacer una compra por una cantidad alta, la mayoría de las tarjetas vienen limitadas por defecto a 1500 euros y no nos permitirá realizar la compra vía web), me encontré con la imposibilidad de finalizar la comprar de los billetes. La VISA Electron es una tarjeta de débito y no era aceptada. Los nervios aumentaron, pero no había problema, cambié el límite de mi tarjeta de crédito Mastercard asociada a la misma cuenta e intenté hacer la compra con una tarjeta de crédito. ¡Oh dios! cuando dábamos a confirmar una vez metidos todos los datos e incluso después de haberse conectado a la página de Caja Madrid para verificar que yo era yo, ¡nos daba un nuevo error y no permitía comprarlos!. La mala leche invadió a Judith, la incertidumbre se apoderó de mí, nos veíamos ya buscando un nuevo destino de vacaciones por haberse disparado el precio de los billetes (y no andábamos muy desencaminados).

Después de una mañana de cientos de llamadas y nervios, Olga tenía la solución en su cartera. Una American Express era la respuesta a todos nuestros males. Será por el patriotismo que profesan los americanos hacia su país, o como digo yo, porque la tarjeta tenía la palabra "American" en su nombre, o será por simple suerte, pero lo cierto es que la página de DELTA no rechistó al intentar pagar con la famosa tarjeta con forma de billete de dólar... y es que ya lo decía el anuncio de los años 90, No salgas de casa sin ella.

Con la confirmación del billete en nuestro e-mail, Olga comprobó el vuelo tanto en la web de DELTA como por teléfono llamando a atención al cliente. También miró que se hubiera hecho el cargo a su tarjeta. Parece que todo estaba correcto y por fin podemos decir que ya tenemos los billetes.

Toda esta odisea hubiese sido mucho más simple si hubiésemos comprado los billetes a través de algún portal de Internet, como ya comenté en un post anterior. Normalmente las webs de viaje te permiten pagar con tarjetas de débito, tienen un servicio de atención al cliente donde despejar dudas, e incluso podemos pagar un plus por un seguro de cancelación del vuelo, si es que compramos nuestro pasaje con mucho tiempo de antelacion y tenemos miedo de que por algún motivo no podamos hacer el viaje. Todo esto por supuesto tiene un coste que cobra el portal por gastos de gestión, pero ganamos en comodidad. Cada cual que decida la opción que mejor le convenga o que se adapte a su forma de pago.

Una pequeña decepción

Sin embargo, no todo han sido buenas noticias en la compra del billete. Como ya os adelanté en el anterior Post, todo parecía indicar que íbamos a ser uno más en la aventura. MJ, una compañera de trabajo de Olga y Mabel que estoy convencido de que hubiese dado muchísimo juego durante todo el viaje, decidió unirse un día más tarde al grupo. A la hora de comprar el billete, tan sólo unas horas después de que todos nosotros lo hiciéramos, el precio se había disparado. En estos momentos el billete de DELTA cuesta 1200 euros. De todos modos seguiremos mirando la página. ¿Quién sabe? A lo mejor en un momento dado baja y puede unirse a la aventura por la Costa Oeste. Nosotros no perdemos la esperanza, así que seguiremos consultando la web periódicamente buscando una ganga que la permita acompañarnos en el viaje.

1 comentario:

  1. "Tengo la sensación que el precio de los billetes no sólo aumenta por el número de plazas que queden disponibles, sino también por el número de consultas que la gente hace sobre determinados vuelos"

    Pues no te quedes con la sensación, sino con la certeza. Y si lo digo es porque me lo han confirmado las propias compañías aéreas...

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