sábado, 18 de abril de 2009

DÍA 13 - 15 DE ABRIL

De compras y de grandes emociones

Un nuevo día en Los Ángeles se presentaba ante nosotros, el último en esta ciudad. Por la mañana las chicas buscaron en Internet un buen outlet de los varios que hay en Los Ángeles mientras yo buscaba un cybercafé donde imprimir los tickets de entrada a Six Flags Magic Mountain. Sacando las entradas de este parque por Internet nos ahorrábamos 20 dólares y las colas de entrada, la oferta era bastante suculenta.

Antes de partir nos despedimos de nuestros compañeros de Alicante que partían esa misma mañana hacia Las Vegas. A las 11 estábamos en el coche camino del centro comercial Camarillo situado en Las Posas en la interestatal 5. Allí dejaríamos a las chicas y las recogeríamos sobre las 20. Entre Los Ángeles y este Outlet había más o menos una hora en coche, y entre el Outlet y Six Flags Great Mountain, otra hora, así que llegamos a Six Flags sobre las 13,30.

De lo que hicieron las chicas en el Outlet tan sólo tenemos el video final de sus compras. Lo que sí sabemos es que las nueve horas que estuvieron allí no se les hicieron para nada largas y que cuando ya cayó la noche y nos estaban esperando en la calle se estaban calentando con sus propias Visas, quemadas de tanto usarlas.

Six Flags Great Mountain es para Judith y para mí lo más parecido a nuestro concepto de paraiso. Más y más montañas rusas a cual más espectacular y enorme. Y cuando digo enorme me refiero a que cada viaje en cada una de estas máquinas de placer y vértigo podía durar más de dos minutos. La montaña rusa del New York, New York en Las Vegas palidece frente a estos monstruos.

La emoción nos embriagó a todos cuando vimos el perfil del parque de atracciones recortado al fondo del valle. Aquellas montañas rusas estaban esperándonos y el tiempo no era mucho. Hubo algunas que tuvimos que descartar con muy buena pinta ya que el tiempo que teníamos era escaso, una pena.

De entre las que probamos las mejores fueron Tatsu, una montaña rusa que te colgaba y hacías el recorrido literalmente volando, el desafío de Enigma, una enorme montaña rusa en la que ibas de pie y notabas la fuerza de la gravedad más que nunca y Superman, una pared vertical que te ponía de 0 a 120 kilómetros hora en tan sólo tres segundos para volver a caer de espaldas.

La decepción del día vino cuando fuimos a probar X2, el último concepto de montañas rusas. Nos encontramos con que la atracción estaba cerrada debido a los fuertes vientos que había pese a que había estado abierta por la mañana. Todavía tenemos que soportar los lloros de Judith por no haber podido probarla. También se nos quedó en el tintero Goliath, una enorme montaña rusa con una caida espectacular y Colossus, la típica montaña rusa antigua y americana que tantas veces hemso visto en las películas.
Sólo por este parque de atraccione merecería la pena volver a Los Ángeles. La anécdota del día vino cuando salimos del parque y estuvimos buscando el coche durante más de media hora porque no lo encontrábamos en el aparcamiento. Llegó un momento en el que llegamos a pensar que nos lo habían robado o que con la emoción lo habíamos aparcado mal y se lo había llevado la grúa. Estábamos temblando pensando en cómo contárselo a Mabel y Encarna. Finalmente el coche apareció y pudimos volver a recoger a las chicas.

Con el grupo de nuevo reunido, fuimos al hostel a cenar algo y hacer una nueva incursión en Los Ángeles. En esta ocasión nuestro objetivo era ver West Hollywood y los barrios pijos de Bevery Hills, Melrose Place y Bel Air. La excursión no fue del todo en vano. Melrose Place no merecía mucho la pena, pero algunas de las casas de Beverly Hills sí eran bastante espectaculares. Una pena haberlas visto de noche, tal vez este barrio sí hubiese merecido visitarlo de día.

En el hostel Olga, Judith y yo decidimos ducharnos y dejar preparadas nuestras mochilas para los próximos tres días, nuestros tres últimos días de aventura americana. Al día siguiente teníamos preparado un día de playa en Santa Mónica y Malibú siempre que el tiempo nos lo permita

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