DIA 2 - 4 DE ABRIL

San Francisco con 2 horas de sueño

Nota: Según vamos montando los videos actualizamos los post con nuevas grabaciones

La aventura que tuvimos en la aduana tuvo sus consecuencias durante nuestro primer día de turismo. Llegamos al hostel a la 13 de la tarde en nuestro increíble nuevo coche, un Dodge Grand Caravan increíble con un espacio enorme donde pasaremos bastantes horas.

Según llegamos al hostel situado en un pintoresco barrio de San Francisco y bastante cercano al centro, lo primero que hicimos fue meternos en remojo Encarna, Judith y yo. Increíble el olor que puede desprender una persona con dos días sin ducharse tirado por el suelo de los aeropuertos. Después de la maravillosa sensación de ducharnos después de 40 horas de viaje, decidimos ir a dar un paseo por el puerto y Market Street, una de las espinas dorsales de la ciudad.

Comimos en un local de burritos donde cada uno tuvimos diferente suerte con lo que pedimos. Judith por ejemplo tuvo que seguir su dieta de modo obligatorio cuando le dieron dos minitacos de comida. Un menú cuesta unos 9 dólares con patatas, bebida y nachos, 6 euros y medio al cambio. Después de muchos años nos reencontramos con la Cherry Coke y con una bebida horrible llamada Beer Soda o algo así (pondremos su nombre para que nadie la pruebe si viene aquí) con un sabor a reflex muy acusado. De aquí nos dirigimos hacia el puerto.

Anduvimos por el puerto disfrutando de las maravillosas vistas a la bahía. El tiempo no es excesivamente bueno, la temperatura está bien, pero a ratos viene un viento frío que obligó a Encarna y a Mabel a comprarse una sudadera. En el Pier 33 encontramos la única compañía que hace excursiones a la cárcel de Alcatraz. El precio de esta excursión era 24 dólares, 18 euros. Hoy la contrataremos para el último día que volvemos a San Francisco, ya que no había plazas libres hasta el lunes, día que iniciamos la marcha hacia Yosemite. Creemos que se puede contratar por adelantado a través de Internet para no tener el pequeño problema que nosotros hemos tenido.

De ahí llegamos al Pier 39, uno de los lugares turísticos más famosos de la ciudad, El Fisherman's Wharf. Es aquí donde descansa plácidamente una colonia de leones marinos al sol ajenos ante las cientos de cámaras de los turistas que por ahí pasean. Fisherman's Wharf es un centro comercial al aire libre totalmente realizado de madera donde encontramos tiendas de souvernis, comida basura, teatros y demás atracciones estúpidas para el turista. Es un lugar interesante, muy bonito y turístico, pero bastante caro.

Allí también probamos el vino californiano. Cómo podíamos dejar de disfrutar del vino que inspiró una de las series más longevas de la televisión, Falcon Crest. Una botella nos costó 18 dólares (13,5 euros).

Su sabor muy bueno, al menos para nosotros, no entendidos. Era un vino muy afrutado que entraba bastante bien. Sin embargo, el estar allí sentados durante media hora provocó que Encarna y yo llegaramos al límite de nuestro sueño... estábamos dando cabezazos y en vez de ir directamente a cenar a Chinatown, preferimos descansar un rato en el hostel para luego salir a cenar.

Después de dos horas de descanso, nos costó movernos, pero finalmente lo conseguimos. Todos menos uno, la pobre Encarna prefirío quedarse descansando hasta el día siguiente. La aventura del aeropuerto la dejó fuera de juego hasta esta mañana.

Cenamos en un lugar de Pizzas donde todo estaba bastante bueno y después fuimos a un bar a darlo todo hasta el momento de cierre, las dos de la mañana. Entrar en los pubs cuesta entre 3 y 4 dólares y la bebida es sensiblemente más barata que en Madrid, una coronita cuesta 5 dólares y una copa 7. Precios bastante contenidos.

Las camas del hostel no son las más cómodas del mundo, pero estábamos tan cansados que no nos importó y caimos rendidos hasta esta mañana. Aquí ahora mismo son las 9:30. Ya estamos todos duchados y sobre todo descansados dispuestos a patearnos la ciudad.