lunes, 13 de abril de 2009

DÍA 8 - 10 DE ABRIL

Cruzando el Salvaje Oeste

Estamos en el ecuador del viaje. Esta mañana nos hemos levantado totalmente descansados, lo necesitábamos después de varios días durmiendo entre 4 y 6 horas y teniendo largas caminatas. Después de la ducha y el desayuno en el Comfort Inn, decidimos partir rumbo Phoenix, donde se encontraban algunas reservas indias que teníamos intención de visitar.


Y decimos que teníamos intención, porque finalmente no hemos podido. Y es que los tiempos han cambiado mucho y los índios ya no viven en medio del desierto en sus tiendas de campaña y fuman la pipa de la paz con los forasteros. Todo lo contrario. Ahora viven en sus propios terrenos donde no están sometidos a las leyes de los Estados en los que se encuentran y no permiten el acceso a ellos bajo multa de 5000 dólares e inmovilización del vehículo. Eso sí, en la entrada de sus reservas tienen enormes casinos para competir con Las Vegas en cuanto a pantallas gigantes y premios estratosféricos.




En parte era algo para esperar, no es plan irles a ver como quien va al zoo, pero al menos sí nos hubiese gustado ver algo medianamente turístico aunque fuera más falso que un billete de dólar con la cara de Krusty el payaso. Como no queríamos que nos cortasen la cabellera, prefirimos dar media vuelta y bajar hacia Yuma, donde a lo mejor podíamos tener más suerte.





Por el camino, mientras cruzábamos los paisajes del salvaje oeste, pensamos que qué mejor lugar que Arizona y sus desiertos para comer auténticas costillas americanas en un restaurante rancho de esos que tienen la calavera de la vaca en la entrada.





Bueno, parece que hoy no era nuestro día, acabamos comiendo en el restaurante Space Age, un bar de carretera decorado con motivos espaciales de los años 60. Eso sí, algunas se han comido su filete de ternera y todo a muy buen precio, unos 10 euros con buffete de ensaladas incluido (sólo se podía hacer una visita al buffet).






En Yuma preguntamos por las reservas indias y la respuesta fue que en ellas los turistas no eran bienvenidos. Vamos, que si queremos indios nos veamos una peli de John Wayne. Así que hemos decidido que como todavía era pronto, ahora son las 21 de la noche, intentaremos llegar a San Diego y ya que es viernes saldremos de fiesta por esta ciudad, la segunda más grande del estado de California.


El camino es bordeando la carretera fronteriza con Méjico, e incluso hemos tenido que pasar un control en el que nos han preguntado si llevábamos frutas o plantas y hemos mentido, ya que sí llevábamos. Como nos hagan un control de policía nos veo a todos en Guantánamo. Hemos vivido otro bonito atardecer en el desierto.




La idea es llegar al hostel y ver si tenemos ahí alojamiento para esta noche, si no, tendremos que buscar algún otro sitio donde pasar la noche. El tanga rosa chicle tendremos que dejarlo para mejor ocasión, está lloviendo en San Diego.


Ya en el Hostel


Hemos tenido suerte y sí había habitaciones libres. El hostel está situado en el centro de San Diego, en la zona de bares. La verdad es que San Diego parece una ciudad bastante animada de primeras, incluso hemos pasado por un bar con toro mecánico. Encarna, Olga, MJ y yo durmimos en una habitación para cuatro personas y Judith y Mabel en una habitación con Pei-Pei, una canadiense oriental bastante recatada. Para no amuermarnos hemos decidido salir a cenar a un restaurante mejicano donde aparte de la cena nos hemos pedido unos margaritas.




Ni el alcohol de los margaritas ni la simpatía del camarero ha conseguido levantarnos el animo. Estamos un poco cansados y hemos decidido irnos al hostel a dormir. Mañana tenemos que ir a ver algunas de las playas más emblemáticas de San Diego y adentrarnos en Tijuana.



2 comentarios:

  1. Hola chicos! Soy Germán ya escribiendo desde tierras Granadinas. No me lo puedo creer, despues de 36 horas de viaje (mas o menos) desde que salimos en coche desde las Vegas a San Francisco para empezar con los aviones, ya estamos en casa....Hogar dulce hogar, ducha dulce ducha, Jamon dulce jamon, cerveza sin tener que presentar DNI dulce cerveza sin tener que presentar DNI, y un largo etc.
    No miento tampoco cuando digo que me da mucha pena que el viaje haya sido tan corto ya que al final acabas pillandole cariño a todo eso que tienen por ahi.
    El viaje de vuelta muy bien pero como siempre con algun contratiempo (solo a Begoña y a mi, claro). En barajas al ir a buscar el equipaje encontramos una maleta igual que la nuestra que ponia que estaba inspeccionada por el servicio de aduana de los EEUU; cual es mi sorpresa (que creo q por la costrumbre fue poca) que cuando la abro veo que no es la mia. Tenia por suerte un telefono al que hemos dicho de llamar "por si las moscas" y las moscas esta vez sí fueron, la maleta estaba con un hombre despistado en Atocha Renfe que tenia un tren de salida a Zaragoza a las 12.00. Como buenas personas fuimos, se la devolvimos y él, muy agradecido, nos dió 30€ de recompensa los cuales Bego y yo rechazamos porque así somos. Finalmente hemos cojido un Bus, ella a Toledo y yo a Granada para al final acabar en casa.
    Nos ha hecho muchísima ilusión ver nuestros caretos en este blog y de las muchas cosas buenas del viaje vosotros sin duda estais entre ellas por muchas y variadas razones.
    Segiremos con atención vuestro viaje y siempre que podamos escribiremos.
    Un fortisimo abrazo desde españa de dos que aman Atlanta y su fantástico aeropuerto (...........no, por dios.........).
    See you soon

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  2. Germán! Qué alegría leerte! jejeje nos alegramos mucho de que hayáis llegados sanos y salvos con aventura incluida! Os pasaremos las fotos en cuanto lleguemos a España. Vosotros también habéis sido una de las muchas cosas buenas que hemos encontrado en el viaje.

    Un abrazo muy fuerte de Alf y sus macizorras!

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