sábado, 11 de abril de 2009

DÍA 6 - 8 DE ABRIL

Viva Las Vegas

Las Vegas es una ciudad en la que la diversión comienza en el momento en el que cae el sol y los neones iluminan los megahoteles que se encuentran en el Strip. Conscientes de ello, decidimos usar la mañana para descansar en el hostel y hacer la primera de nuestras coladas. Por 2,5 dólares pudimos lavar y secar la ropa, algo que para MJ, con su minúsculo equipaje, ya iba siendo necesario porque se estaba quedando sin ropa limpia.



Con las labores del hogar ya hechas, pensamos que lo mejor para pasar el tiempo antes de que cayera la noche sería ir al famoso Outlet de Las Vegas, y así hicimos. Situado cerca del hostel, el centro comercial era una sucesión de tiendas de las más distintas marcas a bastante buen precio.
Nos dimos de tiempo dos horas para quemar la Visa, y así hicimos. En cuanto a precios, unas Converse cuestan 40 dólares, unos 30 euros. Las camisetas de vestir de Calvin Klein o Converse, 6 euros. Una bolsa de deporte de Nike, 15 euros y unas zapatillas deportivas 35. Pantalones Levis o Dockers por 25 dólares, al cambio algo más de 18 euros.


Eso sí, junto a estas ofertas también había algunas marcas en las que la diferencia de precio con España no era tan acusada. E incluso en la misma tienda también teníamos cosas no tan baratas, como por ejemplo los gallumbos de Calvin Klein a 24 dólares.




Después de nuestro momento shopping que repetiremos seguramente en Los Ángeles, decidimos irnos al hostel a cambiarnos y empezar a disfrutar de los casinos de Las Vegas. Nuestra intención era corrernos una juerga allí por sus bajos precios en bebidas y comida.


Cogimos un ticket de autobús que era válido durante 24 horas por 7 dólares y que nos permitía recorrer Vegas Boulevard (el strip) de arriba a abajo. Según bajábamos la calle, los luminosos comenzaron a inundar la ciudad.

El primer casino que visitamos fue MonteCarlo, bastante espectacular por fuera, pero muy común por dentro, tan sólo tenía una enorme sala de máquinas tragaperras con varias mesas de póker y dados. De ahí fuimos a New York, New York, un casino que representa el Skyline de Manhantan. Su magnitud es asombrosa. Dentro se encuentra una montaña rusa inspirada en las de Conney Island que Judith, Olga, MJ y yo no nos pudimos resistir a probar. El precio de la atracción, 14 dólares. Las vistas desde la montaña rusa que serpenteaba entre los distintos edificios del casino-hotel era fantástica. Y además, probamos el primer looping del mundo en forma de corazón.




Encarna y Mabel mientras nos esperaban pidieron una Coronita que les costó 6 dólares, un precio que para España es contenido, pero que aquí después de las ofertas prometidas, nos pareció excesivo. Las copas a un euro son sólo para aquellos que están sentados jugando a la ruleta de forma empedernida. Dentro del casino la zona de restaurantes representaba el famoso barrio de Little Italy con sus edificios típicos de los suburbios americanos.


Fue en New York, New York, donde Olga apostó por primera vez a la ruleta, pero no sería la única. La apuesta mínima era de 10 dólares que apostó por su hermana al rojo, pero salío el 26 negro, que según ella misma estuvo a punto de apostar por él.




Del New York, New York pasamos al Excalibur y al Luxor, ambientados en un castillo medieval y en el Antiguo Egipto respectivamente. El interior del Luxor era especialmente espectacular ya que las habitaciones se encontraban dentro de una réplica de la enorme pirámide de Keops.


Dejamos a un lado Tropicana y MGM, no sin antes jugar de nuevo a la ruleta. MJ apostó para Mayka por el 19 y también perdió. Olga sin embargo tuvo más suerte y recuperó el dinero perdido en New York, New York mientras un americano intentando ligar con ella le explicaba las reglas del juego. Mabel y Encarna apostaron por Elena al 9 y tampoco tuvieron suerte, al igual que yo que aposté al 7 por Lety y Jose y también me fuí desplumado. Judith, que es de la hermandad del puño cerrado al ver que todos habíamos palmado pasta, decidió no probar suerte. Quién sabe si hubiese vuelto millonaria.






De nuestras apuestas no hay videos como nos hubiese gustado ya que dentro de la sala era imposible hacer fotografías o grabar con la cámara. Algo por otra parte bastante normal. En fin, no tuvimos suerte chicos, volvemos un poco más pobres a España.

Habíamos visto tan sólo unos pocos casinos y no de los más espectaculares y eran ya las 10 de la noche. Debíamos de aligerar el paso, aún quedaba mucho por ver esa noche. Nuestra siguiente parada fue el hotel Paris, con una representación de la Torre Eifel, el Arco de Triunfo y algunos típicos edificios franceses. Justo enfrente vimos el espectáculo de la fuente del Bellagio, famoso por la película de Ocean's Eleven. El Bellagio es uno de los casinos más lujosos de Las Vegas, con sus suelos de marmol y Boutiques de las más grandes marcas en su interior.




De ahí pasamos al Caesar's Palace, Treasure Island, donde unos barcos piratas presiden al entrada y a Mirage, donde también tuvimos la ocasión de ver el espectáculo de un volcán en erupción, no tan espectacular como la fuente del Bellagio pero también interesante.

Cruzando la calle pasamos al último de los hoteles, el hotel más grande del mundo, The Venetian. Su fachada representa la Plaza de San Marcos de Venecia con su famoso campanario y el puente Rialto con bastante exactitud. En el interior, aparte de la típica sala de juegos que no se diferencia en absoluto del resto, una reproducción del gran canal veneciano con sus propias góndolas y tiendas alrededor. Cada 15 minutos el gran canal de The Venetian simula un atardecer y un amanecer, una fabulosa estampa digna de ser disfrutada.






En tan sólo una calle dimos la vuelta al mundo. Nuestros pies estaban molidos y eran casi las doce de la noche. Nos quedamos con ganas de más, pero aún quedaba bastante por ver. Quedaba toda la zona del Downtown, donde se encuentran los casinos más antiguos de Las Vegas como el Golden Nugget y los luminosos más carismáticos y el hotel más esperado por Judith, Olga, MJ y por mí, Stratosphere.

Este hotel preside el skyline de Las Vegas y pese a que su arquitectura no llama la atención (no es más que una enorme torre), en su planta más alta se encuentran tres de las atracciones más salvajes que jamás han sido creadas. Big Shot, X-cream e Insanity. Con el tiempo casi encima ya que las atracciones cerraban a la una, compramos nuestros tickets y subimos a la torre. Su precio para dos atracciones 24 dólares, algo caro de primeras, pero una vez que pruebas lo que hay arriba, merece la pena. De las tres sólo pudimos probar dos.


La primera que probamos fue Big Shot, una lanzadera que te propulsaba 50 metros hacia arriba a una velocidad de infarto, dejando Las Vegas y el desierto a nuestros pies. Los gritos que dimos todavía retumban entre los edificios de la ciudad. De ahí fuimos a la atracción que ha conseguido que por primera vez Judith y yo gritásemos que por favor nos bajasen de ella, X-Cream, un simple balancín que te deja suspendido a más de 350 metros de altura sobre Las Vegas. La sensación de tener la muerte cerca es tan alta, que a Judith se le saltaron las lágrimas y a mí se me durmieron las manos del terror.




El operario de la máquina nos preguntó si queríamos más, pero Olga, Judith y yo le suplicamos que no y decidió apiadarse de nuestros lloros. MJ sin embargo disfrutó de las vistas de la ciudad a vista de pájaro y le pareció algo muy relajante. Con el corazón encogido y los pies destrozados, nos dirigimos a Downtown.


Downtown es una calle que sólo merece la pena visitar de noche cuando los casinos encienden sus luminosos. En ella se encuentra el museo del neon, y podremos ver los luminosos típicos de los vaqueros, del zapato y de la copa junto a muchos otros que nos sonarán de cientos de películas y series. Los casinos aquí son más baratos, la apuesta mínima es de 5 dólares, y su arquitectura no es tan demencial como la de los grandes hoteles-casino del Strip.




De ahí, con los pies molidos, nos dirigimos a descansar a nuestro Hostel, Tod Motel. Al día siguiente tenemos la visita a una de las 7 maravillas naturales del mundo, el Gran Cañón del Colorado.

2 comentarios:

  1. Jo, llevaba muuuucho sin leer el blog. ¡¡Me encanta el casino veneciano!! Tiene que estar guay :). Por cierto, me habeis incitado a buscar por el Youtube cómo es el XCream, y creo que una atracción como esa debe ser por lo menos ilegal, ¡¡Dios, qué cague sólo con verlo!! Sois mis héroes aunque suplicarais que os sacaran de allí :S
    http://www.youtube.com/watch?v=JSOKHvc9Obw

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  2. Iván! Voy a colgar el video del youtube que has encontrado con nuestra foto de terror allí! jajaja que merece la pena un post exclusivo! Seguimos actualizando! Gracias por leernos! Besos!

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